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Llegamos en un punto en donde nos preguntamos como será el entorno gráfico de nuestra aplicación; tenemos dos alternativas: la utilización de librerías particulares del del lenguaje de desarrollo ( como las famosas BGI de Borland, por ejemplo) o bien trabajar un poco y crear nuestras propias rutinas. La diferencia radica en rendimiento, puesto que las librerías fueron creadas desde un punto de vista general en cambio nosotros podemos desarrollar nuestros propios algoritmos que se ajusten exactamente a lo que queremos hacer.
Otro de los puntos a favor del uso directo del hardware de video es que hoy en día la parte gráfica de cualquier aplicación ( o mayormente en una demo) conforma un papel prepondernate y que además ayuda a la amigabilidad de la misma. Por lo tanto no pensemos más y, una vez ya convencidos, entraremos de lleno al desarrollo del tema que nos convoca.
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